7/29/2008

Foto de mis 18

Gente que busca...

Su nombre es Pablo. Desearía poder estar triste. Desearía poder sentir algo entre las costillas, o en las tripas. Un puño retorciendo sus intestinos, algo. Fantasea a veces, que rompe en llanto y que una pena desgarra su cordura más allá de todo razonamiento lógico. Sueña con humillarse sin notar que lo hace. Sueña que palabras que dice, resuenan en sus oídos tan convincentemente como lo hacen en quienes lo escuchan. Pablo sabe, secretamente, que sus padres son extraños; que sus amigos son "convenientes" y que él no existe. Extraña ser cotidiano aunque lo aborrece. Porque, de todos modos, este exilio que vive no produce nada digno de ser mencionado. Pablo no tiene nada que decir. no tiene nada que hacer. Porque Pablo, mucho antes de poder soportarlo descubrió que el universo se expande y que la única ley absoluta que existe es esa. Las cosas se separan (constantemente). Pablo busca fragmentos para recordar cómo ignorar ciertas cosas.

ESCRITO EN EL BORDE


Voy a arrancar de mi lo que sobra

para castigarme mejor,
para quererte sin lastimarte.

II


Por las cosas que no comparto,
esas que te quité mientras dormías.
Por los triunfos pequeños
que no se empañan con la envidia.
Por la buena memoria,
por las cosas livianas que caben en los bolsillos.


III
Si esto es una pecera,
yo soy un pescado.
Es cómico,
pero cada vez menos.
La chica espinas de pezcado llora
con alas, también de pescado.


IV
Una cama es una pared,
un plato bien servido.
Te quise hasta que estuve satisfecho,
hasta que no te quise más.
Hasta que me asqueaste,
hasta que me hiciste vomitar.

Hoy dejé de quererte para sencillamente amarte.